A veces tienes que ir por tu cuenta.
Quien no arriesga no gana.
Como un kamikaze, hay ocasiones en que no queda más remedio que renunciar a la vida que conoces por un fin más noble.
·El precio puede ser muy elevado, para tu corazón, alma y reputación.
·El resultado puede merecer o no la pena, imposible saberlo, y en realidad es irrelevante.
Por que lo que le reconforta a uno, en definitiva, es tener la certeza de que hay cosas por las que merece la pena hacer un sacrificio.
Besos de mi parte.
Susúrrame un sí, di que te quedaras
guarda mi corazón a la espera de tiempos mejores.
-Bat for Lashes
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